La semilla de la mostaza. Las enseñanzas de Jesús el místico.
lunes, 5 de julio de 2010
El tercer ojo
La semilla de la mostaza. Las enseñanzas de Jesús el místico.
jueves, 29 de abril de 2010
La Existencia
viernes, 16 de abril de 2010
Invocación
Autor: Mónica Lavín
Grigalbo
jueves, 15 de abril de 2010
Sor Juana Inés
que me corte la lengua, que me nuble de vista,
que me ampute los dedos, el corazón, que no
piense, que sienta más que lo que es menester
y propio de una religiosa, de una esposa de Cristo. ¿Quién ha decidido que no pensar es propio de la mujer del Altísimo?"
Sor Juana Inés
martes, 13 de abril de 2010
Una Mente Política...
El político empieza por el mundo, pero nunca alcanza su meta porque el mundo es tan grande... y el mundo no es el problema. El crea más porblemas: a través de su medicina, surgen muchas otras enfermedades que no estaban allí; a través de su esfuerzo crea más aflicción. Un hombre religioso se cambia así mismo. Sólo se cambia a sí mismo porque es lo único posible.
viernes, 9 de abril de 2010
Frente al Mar
Oh mar, enorme mar, corazón fiero
De ritmo desigual, corazón malo,
Yo soy más blanda que ese pobre palo
Que se pudre en tus ondas prisionero.
Oh mar, dame tu cólera tremenda,
Yo me pasé la vida perdonando,
Porque entendía, mar, yo me fui dando:
«Piedad, piedad para el que más ofenda».
Vulgaridad, vulgaridad me acosa.
Ah, me han comprado la ciudad y el hombre.
Hazme tener tu cólera sin nombre:
Ya me fatiga esta misión de rosa.
¿Ves al vulgar? Ese vulgar me apena,
Me falta el aire y donde falta quedo,
Quisiera no entender, pero no puedo:
Es la vulgaridad que me envenena.
Me empobrecí porque entender abruma,
Me empobrecí porque entender sofoca,
¡Bendecida la fuerza de la roca!
Yo tengo el corazón como la espuma.
Mar, yo soñaba ser como tú eres,
Allá en las tardes que la vida mía
Bajo las horas cálidas se abría...
Ah, yo soñaba ser como tú eres.
Mírame aquí, pequeña, miserable,
Todo dolor me vence, todo sueño;
Mar, dame, dame el inefable empeño
De tornarme soberbia, inalcanzable.
Dame tu sal, tu yodo, tu fiereza.
¡Aire de mar!... ¡Oh, tempestad! ¡Oh enojo!
Desdichada de mí, soy un abrojo,
Y muero, mar, sucumbo en mi pobreza.
Y el alma mía es como el mar, es eso,
Ah, la ciudad la pudre y la equivoca;
Pequeña vida que dolor provoca,
¡Que pueda libertarme de su peso!
Vuele mi empeño, mi esperanza vuele...
La vida mía debió ser horrible,
Debió ser una arteria incontenible
Y apenas es cicatriz que siempre duele.
Esto es Amor
en todo átomo vivo un pensamiento.
Yo soy una y soy mil, todas las vidas
pasan por mí, me muerden sus heridas.
Y no puedo ya más, en cada gota
de mi sangre hay un grito y una nota.
Y me doblo, me doblo bajo el peso
de un beso enorme, de un enorme beso.
jueves, 8 de abril de 2010
Pasión
con la embriaguez de la pasión más loca,
y que mi ardiente vida se apagara
al soplo de los besos de tu boca.
(Manuel Marpia Flores, fragmento)
Unos besan las sienes, otros besan las manos,
otros besan los ojos, otros besan la boca.
Pero de aquél a éste la diferencia es poca.
No son dioses, ¿qué quieres?, son apenas humanos.
Pero, encontrar un día el espíritu sumo,
la condición divina en el pecho de un fuerte,
el hombre en cuya llama quisieras deshacerte
¡como al golpe de viento las columnas de humo!
La mano que al posarse, grave, sobre tu espalda,
haga noble tu pecho, generosa tu falda,
y mas hondos los surcos creadores de tus senos.
¡Y la mirada grande, que mientras te ilumine
te encienda al rojo blanco, y te arda, y te calcine
hasta el seco remaje de los pálidos huesos!
Miedo
Aqui, sobre tu pecho, tengo miedo de todo;
estréchame en tus brazos como una golondrina
y dime la palabra, la palabra divina
que encuentre en mis oídos dulcísimo acomodo
Háblame de amor, arrúllame, dame el mejor apodo,
besa mis pobres manos, acaricia la fina
mata de mis cabellos, y olvidaré, mezquina,
que soy, ¡oh cielo eterno!, sólo un poco de lodo.
¡Es tan mala la vida! ¡Andan sueltas las fieras...!
Oh, no he tenido nunca las bellas primaveras
que tienen las mujeres cuando todo lo ignoran.
En tus brazos, amado, quiero soñar en ellos,
mientras tus manos blancas suavizan mis cabellos,
mientras mis labios besan, mientras mis ojos lloran
Recordando a Alfonsina Storni
Nació en Capriasca, Suiza, en 1982, pero desde los cuatro años fue llevada a Argentina, páis que la acogio con su nacionalidad. Desde muy niña empezó a trabajar como maestra, haciendo sus primeros logros como poetisa bajo el pseudónimo de TaoLao. Obtuvo importantes premios literarios que la hicieron conocer ampliamente en todos los países latinoamericanos, destacándose entre sus obras. "Languidez", "El dulce año" y "La inquietud del rosal".
Alfonsina Storni es una de mis favoritas, entre sus líneas se lee a una mujer que siempre lucho para poder salir adelante. Sus letras dejan ver de la forma más clara, su alma. Su obra demuestra una expresión libre y sin prejuicios. Su poesía íntima y sentimental es fundamentalmente de temática amorosa y feminista.
Aqui algunas de los poemas...
Pax Anime (Manuel Gutierrez Najera)
Un poema que nos invita a volver hacia atras...
¡Ni una palabra de dolor blasfemo!
Sé altivo, sé gallardo en la caída,
y ve, poeta, con desdén supremo
todas las injusticias de la vida.
No busques la constancia en los amores,
no pidas nada eterno a los mortales,
y haz, artista, con todos tus dolores,
excelsos monumentos sepulcrales.
En mármol blanco tus estatuas labra,
castas en la actitud aunque desnudas,
y que duerma en sus labios la palabra
y se muestren muy tristes… ¡pero mudas!
¡El hombre!… Débil vibración sonora
que dura apenas un instante. ¡El hombre!…
¡Ídolo torpe que el iluso adora,
última y triste vanidad del hombre!
¿A qué pedir justicia ni clemencia
-si las niegan los propios compañeros
a la glacial y muda indiferencia
de los desconocidos venideros?
¿A qué pedir la compasión tardía
de los extraños que la sombra esconde?
Duermen los ecos en la selva umbría
y nadie, nadie a nuestra voz responde.
En esta vida el único consuelo
es acordarse de las horas bellas
y alzar los ojos para ver el cielo…
cuando el cielo está azul o tiene estrellas.
Huir del mar y en el dormido lago
disfrutar de las ondas el reposo.
Dormir… soñar… El sueño, nuestro mago,
es un sublime y santo mentiroso.