Una mente política siempre quiere cambiar el mundo porque no puede pensar que esta equivocada; es el mundo entero el que esta mal. Si él esta equivocado, es porque el mundo entero está mal y toda la situación está mal. Tiene qu estar mal, de lo contrario, él sería un santo. Una persona religiosa mira precisamente desde el otro extremo. Piensa: "Estoy equivocado, por eso el mundo está mal, porque contribuyo al mal en él. A través de mí el mundo está mal. A menos que cambie, no podrá haber cambios."
El político empieza por el mundo, pero nunca alcanza su meta porque el mundo es tan grande... y el mundo no es el problema. El crea más porblemas: a través de su medicina, surgen muchas otras enfermedades que no estaban allí; a través de su esfuerzo crea más aflicción. Un hombre religioso se cambia así mismo. Sólo se cambia a sí mismo porque es lo único posible.
La semilla de la mostaza
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