jueves, 29 de abril de 2010

La Existencia

La existencia es enorme, verdaderamente gigantesca, y nosotros no somo más que unas pequeñas partículas. Nuestra Tierra es un planeta muy pequeño. Hasta nuestro sol es una estrella pequeña y mediocre. En medio del infinito que nos rodea, no deberiamos de ser tan provincianos.

Osho, El princio Zen, La vivencia de la más grande paradoja.

viernes, 16 de abril de 2010

Invocación

Santa Paula, patrona de las viudas, eremita que abandonaste los privilegios de tu cuna, los lujos de tu casa, los saraos y las conversaciones con los hombre y las mujeres del mundo para dedicarte a Dios, para servir a Dios y al santo Jerónimo que había sido tu maestro y había reconocido tus virtudes en Roma, cuando el papa Dámaso lo había invitado. Viuda de Toxocio que a los treinta y tres años te encontraste sola en el lecho nupcial, sola bajo el techo de la casa romana, sola en las calles, sola con tu cuerpo que había dado a luz a cinco críos, inútil y desatada. Precisaste un motivo que te protegiera de ti misma y de tu condición de viuda y de tu gusto por los ruidos del mundo, la música y la comida, el vino, los ropajes y las joyas, la mirada dulce de los hombres, el apetito de tu cuerpo y tu inteligencia, y así consagraste todo a la vida religiosa. A dormir en el suelo sobre un saco, a beber poca agua y a la comida frugal. Inculcaste a tus hijas el fervor religioso, tanto que las penitencias mataron a tu hija primera y tu dolor fue muy grande, pero Jerónimo te convocó y te hizo mirar que Blesila estaba en un lugar mejor al de los vivos y que eras egoísta por llorar su pérdida. Partiste con tu hija Eustoquia del puerto de Ostia, dejaste Roma cuando Paulina ya había casado con el senador, aunque tus hijos Toxocio y Rufina protestaron tu abandono.

Fragmento tomado del libro "Yo la peor"
Autor: Mónica Lavín
Grigalbo

jueves, 15 de abril de 2010

Sor Juana Inés



"Ahora me piden que sea otra de la que soy,
que me corte la lengua, que me nuble de vista,
que me ampute los dedos, el corazón, que no
piense, que sienta más que lo que es menester
y propio de una religiosa, de una esposa de Cristo. ¿Quién ha decidido que no pensar es propio de la mujer del Altísimo?"

Sor Juana Inés

martes, 13 de abril de 2010

Una Mente Política...

Una mente política siempre quiere cambiar el mundo porque no puede pensar que esta equivocada; es el mundo entero el que esta mal. Si él esta equivocado, es porque el mundo entero está mal y toda la situación está mal. Tiene qu estar mal, de lo contrario, él sería un santo. Una persona religiosa mira precisamente desde el otro extremo. Piensa: "Estoy equivocado, por eso el mundo está mal, porque contribuyo al mal en él. A través de mí el mundo está mal. A menos que cambie, no podrá haber cambios."

El político empieza por el mundo, pero nunca alcanza su meta porque el mundo es tan grande... y el mundo no es el problema. El crea más porblemas: a través de su medicina, surgen muchas otras enfermedades que no estaban allí; a través de su esfuerzo crea más aflicción. Un hombre religioso se cambia así mismo. Sólo se cambia a sí mismo porque es lo único posible.

La semilla de la mostaza

viernes, 9 de abril de 2010

Frente al Mar



Oh mar, enorme mar, corazón fiero

De ritmo desigual, corazón malo,
Yo soy más blanda que ese pobre palo
Que se pudre en tus ondas prisionero.

Oh mar, dame tu cólera tremenda,
Yo me pasé la vida perdonando,
Porque entendía, mar, yo me fui dando:
«Piedad, piedad para el que más ofenda».


Vulgaridad, vulgaridad me acosa.

Ah, me han comprado la ciudad y el hombre.
Hazme tener tu cólera sin nombre:
Ya me fatiga esta misión de rosa.

¿Ves al vulgar? Ese vulgar me apena,
Me falta el aire y donde falta quedo,
Quisiera no entender, pero no puedo:
Es la vulgaridad que me envenena.

Me empobrecí porque entender abruma,
Me empobrecí porque entender sofoca,
¡Bendecida la fuerza de la roca!
Yo tengo el corazón como la espuma.

Mar, yo soñaba ser como tú eres,
Allá en las tardes que la vida mía
Bajo las horas cálidas se abría...
Ah, yo soñaba ser como tú eres.

Mírame aquí, pequeña, miserable,
Todo dolor me vence, todo sueño;
Mar, dame, dame el inefable empeño
De tornarme soberbia, inalcanzable.

Dame tu sal, tu yodo, tu fiereza.
¡Aire de mar!... ¡Oh, tempestad! ¡Oh enojo!
Desdichada de mí, soy un abrojo,
Y muero, mar, sucumbo en mi pobreza.

Y el alma mía es como el mar, es eso,
Ah, la ciudad la pudre y la equivoca;
Pequeña vida que dolor provoca,
¡Que pueda libertarme de su peso!

Vuele mi empeño, mi esperanza vuele...
La vida mía debió ser horrible,
Debió ser una arteria incontenible
Y apenas es cicatriz que siempre duele.

Alfonsina Storni

Esto es Amor


Esto es amor, esto es amor, yo siento
en todo átomo vivo un pensamiento.
Yo soy una y soy mil, todas las vidas
pasan por mí, me muerden sus heridas.
Y no puedo ya más, en cada gota
de mi sangre hay un grito y una nota.
Y me doblo, me doblo bajo el peso
de un beso enorme, de un enorme beso.

Alfonsina Storni

jueves, 8 de abril de 2010

Pasión

...Y quisiera morir...¡pero en tus brazos,
con la embriaguez de la pasión más loca,
y que mi ardiente vida se apagara
al soplo de los besos de tu boca.
(Manuel Marpia Flores, fragmento)

Pasión

Unos besan las sienes, otros besan las manos,
otros besan los ojos, otros besan la boca.
Pero de aquél a éste la diferencia es poca.
No son dioses, ¿qué quieres?, son apenas humanos.

Pero, encontrar un día el espíritu sumo,
la condición divina en el pecho de un fuerte,
el hombre en cuya llama quisieras deshacerte
¡como al golpe de viento las columnas de humo!

La mano que al posarse, grave, sobre tu espalda,
haga noble tu pecho, generosa tu falda,
y mas hondos los surcos creadores de tus senos.

¡Y la mirada grande, que mientras te ilumine
te encienda al rojo blanco, y te arda, y te calcine
hasta el seco remaje de los pálidos huesos!

Alfonsina Storni

Miedo

Miedo: Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario.

Aqui, sobre tu pecho, tengo miedo de todo;
estréchame en tus brazos como una golondrina
y dime la palabra, la palabra divina
que encuentre en mis oídos dulcísimo acomodo

Háblame de amor, arrúllame, dame el mejor apodo,
besa mis pobres manos, acaricia la fina
mata de mis cabellos, y olvidaré, mezquina,
que soy, ¡oh cielo eterno!, sólo un poco de lodo.

¡Es tan mala la vida! ¡Andan sueltas las fieras...!
Oh, no he tenido nunca las bellas primaveras
que tienen las mujeres cuando todo lo ignoran.

En tus brazos, amado, quiero soñar en ellos,
mientras tus manos blancas suavizan mis cabellos,
mientras mis labios besan, mientras mis ojos lloran


Alfonsina Storni

Recordando a Alfonsina Storni


Nació en Capriasca, Suiza, en 1982, pero desde los cuatro años fue llevada a Argentina, páis que la acogio con su nacionalidad. Desde muy niña empezó a trabajar como maestra, haciendo sus primeros logros como poetisa bajo el pseudónimo de TaoLao. Obtuvo importantes premios literarios que la hicieron conocer ampliamente en todos los países latinoamericanos, destacándose entre sus obras. "Languidez", "El dulce año" y "La inquietud del rosal".

Alfonsina Storni es una de mis favoritas, entre sus líneas se lee a una mujer que siempre lucho para poder salir adelante. Sus letras dejan ver de la forma más clara, su alma. Su obra demuestra una expresión libre y sin prejuicios. Su poesía íntima y sentimental es fundamentalmente de temática amorosa y feminista.

Aqui algunas de los poemas...

Pax Anime (Manuel Gutierrez Najera)


Un poema que nos invita a volver hacia atras...

¡Ni una palabra de dolor blasfemo!
Sé altivo, sé gallardo en la caída,
y ve, poeta, con desdén supremo
todas las injusticias de la vida.

No busques la constancia en los amores,
no pidas nada eterno a los mortales,
y haz, artista, con todos tus dolores,
excelsos monumentos sepulcrales.

En mármol blanco tus estatuas labra,
castas en la actitud aunque desnudas,
y que duerma en sus labios la palabra
y se muestren muy tristes… ¡pero mudas!

¡El hombre!… Débil vibración sonora
que dura apenas un instante. ¡El hombre!…
¡Ídolo torpe que el iluso adora,
última y triste vanidad del hombre!

¿A qué pedir justicia ni clemencia
-si las niegan los propios compañeros
a la glacial y muda indiferencia
de los desconocidos venideros?

¿A qué pedir la compasión tardía
de los extraños que la sombra esconde?
Duermen los ecos en la selva umbría
y nadie, nadie a nuestra voz responde.

En esta vida el único consuelo
es acordarse de las horas bellas
y alzar los ojos para ver el cielo…
cuando el cielo está azul o tiene estrellas.

Huir del mar y en el dormido lago
disfrutar de las ondas el reposo.
Dormir… soñar… El sueño, nuestro mago,
es un sublime y santo mentiroso.